miércoles, 29 de octubre de 2008

Intervención arqueológica en San Juan de Aznalfarache.

El pasado mes de abril concluyó la segunda fase de Intervención Arqueológica Preventiva en la Plaza del Dr. Cariñanos, situado en la barriada del Monumento en San Juan de Aznalfarache, Sevilla.

Para aquellos que no hayan oído hablar de este sitio, resumimos los resultados de las anteriores intervenciones realizadas entre los años 2004 y 2008 con motivo de la construcción de la Línea 1 del Metro de Sevilla:
LA Plaza del Dr. Cariñanos se encuentra situada sobre la colmatación de una profunda vaguada, colmatada definitivamente a mediados de los años 50 del s.XX, que separaba el barrio en dos cerros conocidos como de Chab(v)oya al norte y de Los Sagrados Corazones al sur. Esta vaguada ha sido área de paso a lo largo de la historia, documentando el camino que unía el Aljarafe con Sevilla gracias a numerosos grabados antiguos.


Los resultados de estas intervenciones han sido espectaculares, documentando entre otros, tres grandes periodos históricos de ocupación del lugar, el turdetano, el romano y el almohade.

Los restos más antiguos documentados corresponden a un complejo industrial dedicado a la elaboración del vino o lagar, fechado entre el S.III y el I a.C. Este complejo correspondería a la conocida por los textos de Plinio como "El Oppidum turdetano de Osset". Del asentamiento o ciudad de Osset nada sabemos ya que podía estar situado en cualquiera de los dos cerros de los que hemos hablado antes y en los que hasta la fecha no se han realizado intervenciones arqueológicas que nos aporten luz sobre la localización y extensión de cicho poblado. En cualquier caso, sabemos que era una ciudad bien defendida, que controlaría el comercio fluvial desde sus excelente posición y que contaba con un complejo industrial dedicado a la producción del vino. Esta actividad económica la corrobora el hecho de que Osset acuñara moneda propia, donde aparece una figura masculina sentada con un racimo de uvas en la mano.




A partir del s.I d C., el oppidum turdetano se convierte en municipio romano, denominándose a partir de ese momento en Osset Iulia Constantia. El proceso romanizador queda patente en esta intervención por la fuerte transformación urbanística de la vaguada. Se colmata la vaguada inutilizando con ello el lagar y se construye en el lugar una gran plaza pública con tres edificios de grandes dimensiones. Además, hemos documentado la existencia de una muralla de la cual tan sólo quedaban documentos textuales sobre su existencia. De nuevo, la situación de la excavación en la vaguada que separa ambos cerros, nos impide comprobar la extensión del pomerio, por lo que debemos dejar dicho objetivo investigativo para futuras intervenciones.



En cuanto al periodo almohade, sabemos que el califa Abu Yacub Yusuf, mandó construir entre los años 1193 y 1197 en este lugar un palacio o residencia de verano al que llamó Hins al-Faray. Se trataba de un palacio o alcázar protegido por una gran muralla de tapial que protegía a la población de los cada vez más contínuos ataques cristianos. La situación privilegiada en lo alto de la cornisa, frente a la capital, lo convirtió en un sitio estratégico tanto desde el punto de vista militar, controlando el paso a la capital y el cauce del río, como económico, controlando el paso de mercancías y productos desde la cornisa hasta la ciudad.


Durante la intervención hemos documentado la existencia de una gran puerta monumental situada en plena vaguada que controlaba el paso por el camino histórico y protegería el paso entre ambos cerros, ocupados simultaneamente.